No son pocos los que pensábamos que el mercado tenía que corregir la verticalidad de la subida reciente... pero son muchos más los que ya se apuntan el mérito de decir... ya lo dije... Sin embargo, yo creo que no es para nada meritorio esta circunstancia pues, sirva de ejemplo, hasta un reloj parado marca bien la hora dos veces al día.
Con esto quiero decir, que si siempre soy negativo hay algún momento en el que acierto (recuerdo un siempre bajista especialista en Elliot como Robert Pretcher que fundamentalmente pronosticaba y sigue haciéndolo caídas hasta que acertó el pinchazo de la burbuja financiera). Pero observando lo que ha ocurrido esta semana sólo nos encontramos que el mercado (perdonadme que lo resuma en nombre del IBEX) ha caído desde un máximo intradía el 21 del pasado octubre de 10.063,90 hasta el mínimo intradía del 6 de diciembre de 9.232,10. Esto es, sólo un -8.27% (no es como para apuntarse una medalla) sino más bien un retroceso casi diría yo esperado.
Si se opera en el mercado buscando ganar dinero fundamentalmente con la diferencia del precio de compra y venta (operando en largo o en corto) circunstancias como las del pasado viernes son ideales. Al ser fiesta, tuve la oportunidad de ver cómo, por ejemplo Ence pasaba de -3,5% a cerrar en +0,5% (y no fue la única que dio alegrías a los traders de intradía)... pero,... y volviendo a la bajada reciente, aunque la figura descrita en la mayoría de valores el pasado viernes puede anticipar el retorno a los ascensos, eso no significa que el riesgo de la continuidad de las bajadas haya finalizado (ahora soy yo el del reloj parado, perdón)... y es que en realidad, lo único que ha ocurrido es que el Ibex se ha acercado a su media de 200 sesiones y antes de llegar a tocarla ha rebotado por el buen dato del paro en EE.UU. (eso de la globalidad es algo curioso... en EE.UU. se crea empleo y aquí la bolsa se alegran como si el dato del paro fuera propio).