Últimamente se ha hablado mucho de una posible sobrevaloración de BME y de la insostenibilidad de su dividendo y las noticias respecto de la cuota de mercado han sido el caldo ideal de cultivo para aumentar la rumorología.
Admito que suelo ser algo lento en reaccionar ante este tipo de circunstancias, pero en ocasiones no viene mal tomar cierta distancia y analizar datos y no opiniones para intentar ver lo que está pasando.