Cerrado ya el ejercicio de 2014 y tal y como os adelantaba cuando comentábamos el resumen de 2014, con esta entrada de Año Nuevo pretendo mostrar en primer lugar un análisis de números gordos de los gastos e inversiones realizadas en 2014 y posteriormente detallar el presupuesto para 2015.
Como hemos comentado con cierta frecuencia, es importante tener claro el objetivo (esto también es válido en general sobre temas diferentes a inversión), pero tener un objetivo claro y medible no sirve de nada si no realizamos un seguimiento de los hitos parciales que deben servirnos para alcanzar el objetivo último. En nuestro caso, la independencia financiera vía dividendos.
Como todas las formas de inversión, es necesario de un capital inicial que invertir, así que, en primer lugar me gustaría comentar que este año en particular ha sido un año que económicamente ha bueno, y con algún extraordinario. Los extraordinarios tienen una parte buena y una parte mala: Lo bueno, lógicamente, suponen más capacidad de inversión, lo malo,... no son completamente controlables y predecibles,... por lo que los presupuestos deben hacerse sin ellos o siendo muy prudentes en su estimación.
Pero ojo... esto que os cuento tiene trampa, no es que haya ganado mucho más (realmente he ganado lo mismo) sino que este año me había olvidado de contabilizar importe procedentes de la venta de la cartera de trading y que a la postre he destinado completamente a la inversión vía dividendos.
Al igual que el año pasado, también he aprovechado esta parte extraordinaria de liquidez para aumentar la inversión que tenía prevista para los niños, así que les he regalado un 50% más de los previsto en su plan de reinversión de dividendos en Banco Santander han sido un total de tres pellizcos en lugar de los dos previstos y que espero que algún día sepan aprovechar.
Retomando el tema que nos trata, comienzo resumiendo la distribución del capital disponible en porcentaje: