La pasada semana os presentaba la actualización del Semáforo de dividendos tras los resultados del primer semestre de la mayoría de las compañías. Es normal esperar a algunas compañías, como Inditex, que tienen un calendario diferente del más frecuente en bolsa, pero otras, como ENCE me ha llamado la atención porque suele presentar resultados del semestre antes de Agosto y en esta ocasión no ha ocurrido (espero que no sea mala señal para sus accionistas) aunque en bolsa no se está comportando demasiado bien últimamente.
En el Semáforo no están todas las compañías que son adecuadas para la inversión en dividendos y con total probabilidad no coincidiremos, no en una, sino en muchas de mis opiniones. Pero esto es algo normal y yo diría que hasta bueno, puesto que la diversidad de opiniones en bolsa (entre otras cosas) favorece el movimiento del precio de las acciones y nos permite a unos y a otros comprar acciones a mejores precios.
Existe la tendencia, soy el primero en caer en ella, de intentar adivinar el siguiente o los siguientes movimientos del mercado. Ya sea bien mediante el "sentimiento", o la "intuición", dos armas muy peligrosas a la hora de invertir, o bien con el análisis de la situación económica local y global o yendo más al detalle mediante el cuidadoso estudio de las cuentas de una compañía o con sesudos análisis de las tendencias que describen los gráficos.
Yo personalmente he caído en todas estas circunstancias. Ejemplos antiguos y no tan antiguos de esto son: "EE.UU. lleva tanto tiempo subiendo que en algún momento tiene que caer", "la economía Española no acompaña, el paro está por las nubes, la bolsa tiene pinta de seguir cayendo", "después de rebotar en la línea de tendencia alcista tiene pinta de ir a buscar máximos".
Los que me leéis con cierta frecuencia sabéis que utilizo, o mejor dicho, intento utilizar el análisis de los datos que proporcionan las compañías en sus informes trimestrales y anuales para determinar si una compañía es válida o no para el tipo de inversión y sobre esto me apoyo del conocimiento de la empresa y sus circunstancias (ventajas competitivas, tendencia del sector, etc.) y una vez determinada en mi opinión la bondad de la compañía para la inversión a largo plazo en dividendos, utilizo el análisis técnico básico para intentar afinar el precio de compra.
Así mismo, utilizo cierta diversificación temporal en las compras (no un dollar cost average al uso), para intentar evitar adquirir grandes posiciones en malos momentos. En caso de comprar en un momento malo, no me preocupo en exceso porque con el promedio de futuras compras bajaré el precio medio.
El promediar a la baja es algo que está en contra de forma radical con la inversión habitual en bolsa. Ese tipo de inversión que se basa fundamentalmente en comprar barato y vender caro. Algo sobre el papel teóricamente fácil, pero en la práctica muy difícil de realizar de forma sistemática. Fijaos si es difícil que hay que vive de vender seminarios en los que se postula para comprar caro con el fin de vender más caro todavía (buscando valores que suban).
Pues bien, promediar a la baja no es todo lo malo que puede parecer.
Hay casos y circunstancias en los que promediar a la baja será una mala decisión, porque puede suponer comprar un valor que ha dejado de ser adecuado para invertir en él ya sea porque una mala gestión irreversible o simplemente un cambio en las circunstancias que rodean a la compañía o a su sector hacen que la sociedad no vaya a recuperar nunca el estatus y capacidad de generar riqueza de antaño.
Pero hay casos y circunstancias en los que promediar a la baja es la decisión adecuada, porque puede suponer comprar un valor que simplemente atraviesa un mal momento, pero que con las medidas adecuadas o simplemente por un próximo cambio de sesgo en su sector acabará recuperándose y por lo tanto promediar a la baja nos ofrecerá mayor rentabilidad en el global de nuestra inversión.
Dicho esto y mirando mi cartera, tengo valores como Santander, BBVA, Telefónica, Mapfre, Zardoya, Gas Natural, Abertis y OHL con pérdidas (en algunos casos muy superiores a los otros) y que son susceptibles de promediar a la baja. En todos, a excepción de OHL, confío en el promediado a la baja como decisión adecuada. No es que haya dejado de creer en OHL, pero la prudencia y la gestión de riesgos me hace detener cualquier deseo de promediar a la baja este valor antes de ver más resultados.
Promediar al alza, sin embargo, está algo mejor visto entre los inversores, ya que supone en general comprar valores ganadores, es decir, valores que suben y que se espera que sigan subiendo. Esto, por el contrario es algo mucho más difícil para la mentalidad de un inversor en dividendos, ya que por lo general suele reducirnos la rentabilidad media de nuestra inversión y eso es algo difícil de aceptar, además cuando el precio sube, con el mismo capital podemos comprar menos acciones y esto es algo que nos molesta. Cuando hemos comprado BME con una rentabilidad del 10%, resulta difícil comprarla nuevamente con una rentabilidad de "sólo" el 5%. Esto es algo contra lo que los inversores en dividendo tenemos que lugar, porque las rentabilidades excepcionales que vivimos actualmente y que hemos vivido anteriormente en algunos valores no son más que un síntoma de lo infravalorado de los valores y no son situaciones que se suelan repetir con mucha frecuencia, así que comprar REE o ENG mientras suben es una necesidad.
A continuación damos un repaso de las noticias que considero más interesantes de la semana... así que espero que sean de vuestro interés: