Cerrado ya el ejercicio 2015, tal y como os adelantaba en la pasada entrada de resumen de 2015 hoy pretendo mostrar en primer lugar un análisis de números gordos de los gastos e inversiones realizadas en 2015 y posteriormente detallar el presupuesto para 2016.
Como hemos comentado con cierta frecuencia, es importante tener claro el objetivo (en general esto también es válido sobre temas diferentes a inversión), pero tener un objetivo claro y medible no es tan eficiente si no realizamos un seguimiento de los hitos parciales que nos marcamos para alcanzar el objetivo último. En nuestro caso, la independencia financiera vía dividendos.
Como todas las formas de inversión, es necesario de un capital inicial que invertir, así que, en primer lugar me gustaría comentar que este año en particular ha sido un año económicamente bueno, y con algún extraordinario. Los extraordinarios tienen una parte buena y una parte mala: Lo bueno, lógicamente, suponen más capacidad de inversión, lo malo,... no son completamente controlables y predecibles, por lo que los presupuestos deben hacerse sin ellos o siendo muy prudentes en su estimación.
Pero ojo... esto que os cuento tiene trampa, no es que haya ganado mucho más (realmente más bien al contrario este año he ganado menos de mi trabajo remunerado) sino que este año he vuelto a contar con el capital procedente de la venta de la cartera de trading y que a la postre he destinado completamente a la inversión vía dividendos.
Al igual que el año pasado, también he aprovechado esta parte extraordinaria de liquidez para completar la inversión que tenía prevista para los niños, así que les he regalado un 20% más de los previsto en su plan de reinversión de dividendos en Banco Santander. Espero que algún día sepan aprovechar este esfuerzo.
Retomando el tema que nos trata, comienzo resumiendo la procedencia del capital disponible en porcentaje: