Según adelantábamos el pasado sábado, la semana se presentaba muy entretenida en cuanto a la presentación de resultados del primer semestre y como es habitual, hemos tenido luces y sombras. Comentaremos alguna de ellas a lo largo de esta entrada.
A pesar de tanta noticia, el Ibex35 ha seguido en el lateral que venía describiendo de corto plazo y se ha movido dentro de un rango prudente que le ha llevado respecto del cierre de la semana pasada desde unos mínimos de 8.479,20 (-1,4%) hasta unos máximos de 8.720,20 (+1,4$%), cerrando el viernes en los 8.527,20 puntos, lo que supone acabar la semana con una ligera pérdida del 0,15%, para terminar el mes de Julio con una importante subida del 5,19%.
La subida de este mes de Julio, deja al índice selectivo un 10% por debajo del inicio del año y si nos comparamos respecto de los máximos de la última burbuja, estamos todavía a un 46% de dichos máximos. Mientras tanto en EE.UU. nos encontramos con un S&P500 rompiendo máximos históricos.
Es decir, los que pensábamos que la diferencia de valoraciones existente entre EE.UU. y Europa (España en particular) se saldaría o bien con una bajada de EE.UU. o bien con una subida de Europa nos hemos equivocado.
Siendo un poco auto-condescendiente, podría decir algo así: Nos hemos precipitado al pensar que a EE.UU. se le acabaría pronto la gasolina y en algún momento acabaría cayendo.
No me cabe duda de la ciclicidad de las índices y de la existencia de periodos de euforia y depresión por los que pasa irremediablemente los mercados, pero el momento de transición y cambio de percepción de una todo poderosa bolsa norteamericana parece que no tiene intención de producirse.
Por lo tanto, y mientras la bolsa norteamericana siga a unos ratios de valoración tan exigentes (aunque no de burbuja generalizada), pero sí muy lejos de estar infravalorados, considero mucho más adecuado buscar valores en un mercado como el nacional que se encuentra, en mi opinión penalizado en exceso.
Dicho esto, excepciones a esta opinión general seguro que las hay, es decir, seguro que tenemos valores en EE.UU. infravalorados y valores en España sobrevalorados. Así que antes de comprar cualquier valor debemos seguir evaluando, como siempre, el margen de seguridad con el que realizamos la compra. Por muy buena que sea una empresa, no podemos comprarla a cualquier precio.
Una empresa nos ofrece un precio con un determinado margen de seguridad, simplificando, cuando la compramos a un precio inferior al que podemos denominar justo. Comprar con margen de seguridad nos facilita nuestra vida como inversores a largo plazo ya que nos protege ante errores de valoración de compañías y nos ayuda a preservar el capital.
Ante la avalancha de resultados, paso a continuación a comentar los más llamativos (como he indicado al principio, tratar todos no me es posible, aunque espero que la semana próxima, donde tenemos muy pocos resultados, poder exponer alguno de la semana actual):