En España, de forma habitual y con independencia del nivel cultural, aquellas personas que son capaces de ahorrar parte del dinero ganado suele realizar inversiones inmobiliarias. Tenemos tendencia a comprar casas, es como si estuviera en nuestros genes y el primer pensamiento suele ir en este sentido.
En la mayoría de los casos, incluso no saben que están realizando una inversión, con suerte piensan "el dinero en el banco no hace nada", así que mejor me compro una casa en el campo, en la montaña, en la playa y "disfruto".
Aquellos que son conscientes de que este proceso lleva unos gastos asociados (Hipoteca, impuestos anuales, coste de seguro, energía, agua, equipamiento, etc.) ya tienen mucho ganado, puesto que antes de comprar analizan no sólo si es buena o mala época para realizar la compra, sino que además, contemplan en su presupuesto la necesidad de añadir esos gastos, algunos mensuales y otros anuales y a los que tendrán que hacer frente para ese "disfrute".
Pero hay un grupo de personas que realizan este proceso no para el disfrute, sino con fin puramente inversor: Con la idea de obtener un beneficio con la posterior reventa del inmueble o para beneficiarse a lo largo del tiempo de las rentas de un posible alquiler.
Os pongo un ejemplo de mi propia urbanización. Un caballero, ciertamente con poder adquisitivo notablemente superior al mío en su momento (y ahora también), allá por 2002, compró dos pisos sobre plano simultáneamente en nuestro mismo recinto. En 2004 (no sin retrasos), nos entregaron a todos los pisos, por aquel entonces, la vivienda seguía subiendo de precio a buen ritmo y en 2006, este vecino pudo vender uno de los dos pisos (que había tenido cerrado durante todo el tiempo ya que el otro lo había convertido en su vivienda habitual) por casi el triple del precio de su compra. Se puede decir que hizo una operación perfecta, ya que en 4 años, recuperó la totalidad de la inversión realizada, consiguió una vivienda y además un buen dinero extra.
Realizó una apuesta sobre la continuidad de la subida del precio de la vivienda y le salió muy, pero que muy bien. Admito que jugaba con bastante ventaja, ya que aunque la vivienda no hubiera subido de precio todo lo que quería, en primer lugar no tenía problema alguno en pagar las hipotecas asociadas a las dos viviendas (ni problemas para que se las concedieran) y en segundo lugar siempre se podía haber quedado con las dos viviendas o incluso haber alquilado una de ellas.
¿Podría haber realizado yo la misma operación?: Pues a toro pasado, todo somos Manolete... , seguramente sí, pero mis riesgos habrían sido muy superiores (obtener la hipoteca para las dos viviendas no me habría resultado nada fácil y pagar las cuotas asociadas durante cuatro largos años tampoco). Pero al igual que mi vecino, algunas personas se atrevieron a hacerlo y algunos tuvieron éxito y otros no tanto, ya sea porque vendieron antes de que la revalorización fuera relevante o porque no pudieron pagar las cuotas y otros esperaron tanto que se encontraron un mercado saturado y no pueden vender.
Por esta razón, por la menor liquidez del mercado mobiliario, no me gusta invertir en vivienda, de ahí que sólo figuras como las REIT norteamericanas (ya sabéis que tengo a Omega Healthcare Investors en mi cartera) y las Socimis en España se pasen por mi cabeza a la hora de invertir en vivienda. Ya que, una inversión de este tipo me permite (en caso necesario), salir rápidamente de la inversión realizada (algo que con una vivienda no es fácil) o salir parcialmente (algo comparable a vender una habitación de una casa) a la vez que me aportaría diversificación en un sector, el inmobiliario que conociendo su ciclicidad puede ser interesante a largo plazo.
Personalmente, el día que deje mi casa, será para irme a otra (vendiendo la actual), si obtengo plusvalías, bienvenidas sean, pero ese no es mi objetivo personal, mi casa es para descansar y disfrutar de ella en familia y amigos, no especular con ella, aunque admito y comprendo que hay quien tenga una visión diferente y la respeto.
Mi plan para lograr la independencia financiera sólo contempla la inversión en bolsa, que a largo plazo considero el activo más rentable, además invierto en empresas que reparten dividendos, tengo un fondo de emergencia y ya sabéis que adicionalmente tengo un pequeño plan de pensiones (que considero un error de juventud) y que, por cierto, invierte 100% en bolsa.
Al igual que la semana anterior, prefiero comentar alguno de los resultados que hemos tenido esta semana, espero que os resulten interesantes. Comenzamos: