Este viernes nos levantábamos con el resultado del referéndum en el Reino Unido y en contra de la esperado, una mayoría de Británicos (51,9% Vs 48,1%) ha elegido que El Reino Unido abandone la Unión Europea. El cacareado tan cacareado Brexit.
Con independencia de que es llamativo como se tome una decisión de tantísima importancia por mayoría simple, las reglas del juego eran conocidas antes del resultado de la votación, por lo que consciente o inconscientemente, el ya ex-Primer Ministro Británico pasará a la historia como el Primer Ministro que sin quererlo, facilitó el Brexit y al ritmo que van las cosas, no sería de extrañar que el Reino Unido sufra presiones hacia un futuro desmembramiento, ya que Escocia e Irlanda del Norte han votado claramente a favor de permanecer dentro de la Unión Europea, lo que podría dar alas a sus partidos nacionalistas a solicitar su independencia.
El refranero español es muy amplio y ahora me viene a la cabeza: "Quien siembra viento, recoge tempestades". Cameron, sembró viento para ayudarle a ganar unas elecciones confiado de poder sortear el referéndum con éxito. Ganó las elecciones, efectivamente, pero le ha servido de poco, porque no demasiado tiempo después y reconociéndole todo hay que decirlo una coherencia política envidiable, ha dimitido al fracasar la postura que apoyaba ante al referéndum, esto es, ha recogido una tempestad, que por otro lado puede convertirse en la tormenta perfecta si el Reino Unido llegara a fragmentarse.
Buscar los motivos del voto que han nutrido un sí al Brexit o identificar si ha sido la clase media, los jubilados o los Galeses no es algo que creo sirva ya de nada. El hecho ya ha ocurrido y ahora como mucho nos toca intentar minimizar el impacto que esto tendrá sobre España, Europa y el resto del mundo.
Por lo pronto la bolsa que menos ha caido ha sido la Británica, así que mis ganas de comprar Diageo o Unilever tendrán que esperar. Mientras tanto España pierde más del 12% en su índice selectivo.
Sería un error pensar que lo ocurrido no tiene efecto. España depende en buena medida del turismo y los británicos suponen un 15% del número total de turistas actuales. El efecto del Brexit en la libra ya resta atractivo a venir a España (también a Italia, Grecia, etc.). La población Británica disfrutaba de los derechos de ciudadano de la Unión Europea con sus pensiones británicas y los inmigrantes españoles en el Reino Unido también disfrutaban de no pocos beneficios. En el campo empresarial: Santander, IAG, Telefónica, Iberdrola, Sabadell, Ferrovial e Inditex se encuentran entre las grandes Españolas afectadas por sus fuertes intereses al otro lado del Canal de La Mancha.
En mi opinión:
A corto plazo el mayor efecto va a venir dado por el descalabro de la Libra y su debilidad siguiente. Esto afectará directamente a las cuentas de las empresas y por mucha cobertura de divisas que se tengan (las compañías suelen tener al menos parcialmente cubierto el riesgo divisa), la debilidad a corto plazo de la libra va a afectar sobre manera a los resultados de los próximos trimestres.
A medio plazo, previsiblemente todo va a depender de la velocidad a la que se produzcan los cambios, ya que lo que no le gusta al mercado es la incertidumbre de ¿qué pasará? y ¿cómo será?. El resto de la Unión ya ha pedido rapidez en el proceso.
A largo plazo: Reino Unido es una potencia mundial y lo seguirá siendo tanto dentro como fuera de Europa. Podría entrar en un periodo difícil de transición (ya hay quien habla de una próxima recesión), pero con el tiempo seguirá siendo una potencia (salvo que los distintos reinos se separen ya que esto sí que podría suponer un verdadero gran cambio). Aquí lo segundo en importancia (tras la continuidad o no de la existencia del Reino Unido al completo) es cómo se fijan el resto de relaciones entre los distintos países con el Reino Unido (tener una moneda propia es una ventaja, pero ahora hay que establecer nuevas relaciones comerciales, fiscales, etc.).
Para quien me pregunta ¿qué hacer?.
No puedo deciros si es el momento perfecto o no de comprar (sobre todo sabiendo que mañana tenemos nueva jornada electoral en España y que por lo general, inmediatamente después de unas elecciones, la bolsa baja más veces de las que sube).
Lo que sí puedo decir es que no es momento de vender, y permitidme un pequeño comentario:
Hay a quien le gusta mucho el queso, a otros el turrón, a mi niño mayor lo que más le gusta son los helados y al pequeño contra todo pronóstico, el maíz dulce. Para mí personalmente, el chocolate es mi perdición y cuando hay rebajas en el supermercado y veo chocolate del bueno con un 15% o un 20% de rebajas, lo compro.
Sin embargo, en bolsa, nos pasa justo lo contrario: Nos alegramos cuando sube en lugar de cuando baja. Pues, yo soy de los raros que se alegran cuando una bajada del 20% de un título que quiero, me ofrece un mejor precio de entrada porque puedo comprar más acciones que en el futuro me den más dividendos.
La noticia del Brexit tiene un impacto real sobre muchas compañías y ciertamente una bajada en el precio al que cotizan esté justificado, pero lo que no está justificado y esto es lo que yo creo, es el colapso que hemos vivido este viernes.
Si a esto sumamos la continuación del culebrón de las elecciones sin fin en España, parece que es momento de seguir acumulando posiciones y cada vez con más fuerza (mientras se disponga de capital). Siempre, asumiendo que podría seguir cayendo más.
Intentar adivinar un suelo en ésta o en cualquier otra caída es algo que yo no intento. La bolsa puede seguir bajando, o puede que no. La bola de cristal no la tengo encendida ahora ni nunca la he tenido. Pero encontrar precios suficientemente atractivos de compañías que considero inversiones sólidas es motivo más que justificado para comprar. Aunque recordad que no se puede comprar cualquier cosa ni comprar lo que más ha caído sólo por la teoría de la inversión contraria, sino que hay que comprar empresas sólidas y si es con un margen extraordinario de seguridad, mucho mejor.
Si ésto es o no una oportunidad histórica lo sabremos dentro de un tiempo. A mí, por lo pronto, me parece una muy buena oportunidad para que mi cartera crezca en el futuro y eso debe ayudarme en el camino hacia mi independencia financiera.
Y como siempre, de este tipo de acontecimientos tenemos que intentar aprender algo y sacar provecho en el futuro.
El arranque de las bolsas tras la sorpresa del Brexit permitió en los primeros minutos grandes rebajas en grandes valores. Si hubiéramos tenido capital suficiente y tiempo suficiente como para estar atentos a lo que ocurría podríamos haber comprado a no buenos sino a buenísimos precios. Así que bajo circunstancias similares, no habría estado mal tener unas cuantas órdenes puestas en el mercado a precios de los que normalmente se consideran increíbles por si pudiéramos pescar en aguas revueltas. Si alguien quiere probar el lunes tras las elecciones,... que luego nos lo cuente.
En el siguiente enlace, podéis ver los próximos dividendos hasta final de año (según se ha publicado).
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