Esta semana ha sido la semana de resaca tras la reforma fiscal y es que de lo anunciado el viernes día 20 a lo realmente aprobado, como viene siendo ya costumbre, nos encontramos con algunas sorpresitas que desde luego no son buenas para el bolsillo de los mortales. Además el revuelo de ciertas medidas está haciendo recular al gobierno.
Vendan la reforma como la quieran vender, desde fuera parece que el gobierno intenta hacer un encaje de bolillos imposible... que no es otro más que intentar reordenar de dónde obtiene ingresos de forma que parezcan que estamos pagando menos. Si en algún momento han pensado hacer la reforma con vista a las elecciones, creo que no han revisado todas las consecuencias de las distintas medidas propuestas.
No voy a entrar a comentar los puntos reformados, hay multitud de sesudos artículos en la red que explican los cambios y sus respectivos impactos en nuestros bolsillos, pero si me gustaría poneros un sencillo gráfico de cómo resulta la fiscalidad de los dividendos en 2015 y 2016 junto con la fiscalidad actual para que tengáis una visión clara del efecto en los dividendos.