Un gran aliado de un inversor en dividendos: El tiempo

 

Siempre he defendido que la inversión en dividendos no estaba directamente ligada a la edad del inversor. El invertir de una forma u otra según la edad no creo que sea adecuado puesto que ya sea joven o no tan joven un inversor de dividendo lo que busca es una renta que le permita, en la juventud incrementar el capital para reinvertirlo o más tarde en la madurez utilizar ese capital que se obtiene para vivir de los dividendos.

Eso no está en contra de una evolución en la actitud en nuestra inversión a lo largo de nuestro camino inversor de forma que con el tiempo, probablemente se tienda a tener en cartera acciones de menor crecimiento, pero de mayor dividendo, o más estables en el mismo.

 

Sin embargo, todo hay que decirlo, el tiempo es en mi opinión la herramienta más potente de la que gozamos para rentabilizar nuestras inversiones.

 

Es cierto, que el ahorro es muy importante y que sin dinero difícilmente vamos a avanzar en nuestras inversiones, pero aún comenzando con pequeños importes, si se comienza lo suficientemente pronto podremos llegar muy lejos en nuestro camino inversor.

 

Como ejemplo, os remito a uno de mis primeras entradas, Don Pepito y Don José, donde os contaba la importancia del tiempo en nuestras inversiones. En la entrada encontráis referencia a un excel de ejemplo con el que podéis jugar un poquito y ver por donde andáis vosotros en vuestro camino.

 

Pero la cosa no queda solo ahí, el tiempo puede atenuar nuestros errores y potenciar nuestros aciertos.

 

Seamos sinceros, errores vamos a cometerlos, ya sea por un estudio incorrecto, o insuficiente o por no disponer de la información necesaria (o veraz como algún reciente que todos conocéis) o simplemente porque hay compañías que por un motivo u otro nos salgan rana. Pues en estos casos, el tiempo nos permite reorientar nuestra inversión, asumir las perdidas si las hemos tenido, de forma que podamos invertir nuestro capital en compañías más adecuadas para nuestro tipo de inversión.

 

En la medida que avanzamos en nuestro camino de inversor, conforme tenemos más edad, disminuye el efecto atenuador del tiempo, pero también es cierto que la experiencia que hemos ganado debe permitir la reducción el impacto de los errores.

 

De igual forma que el gran enemigo de la inversión es la inflación, el tiempo nos ayuda a combatirla gracias al efecto multiplicador del mismo al realizar reinversiones. Para profundizar sobre el interés compuesto os dirijo también a una entrada anterior donde hablábamos de este crucial factor, el interés compuesto.

 

En definitiva, el tiempo nos proporciona un margen de maniobra y una flexibilidad que nos permite invertir en compañías de menor rentabilidad por dividendo de la que quizás nos gustaría pero que ofrezcan una mejor proyección futura en cuando a crecimientos en sus dividendos.

 

Ahora y siempre nuestra labor será encontrar las compañías que encajen dentro de nuestra estrategia, y aunque el tiempo sea nuestro aliado, conforme avance el tiempo será un aliado más pequeño, incluso podría convertirse es nuestro enemigo si empezamos demasiado tarde.

 

Por cierto, hablando de tiempo. Me tengo que tomar como poco una semana, quizás dos de descanso de la pantalla del ordenador. Este viernes paso nuevamente a que me den un repaso a la vista que no la tengo muy fina (probablemente uno de mis mayores errores, haberme operado la vista porque estaba cansado de las gafas). Yo tengo la poca fortuna de estar dentro de ese pequeño porcentaje de personas que no quedan bien en la intervención y tras tres años dándole vueltas al tema, me retocan. Espero que para bien.

 

Espero y deseo retomar el blog con fuerzas renovadas. Disculpadme si no actualizo como debo,... pero volveré tan pronto como me sea posible.

 

Muchas gracias por vuestras visitas, vuestros comentarios.

Saludos