¿Cuánto tiempo hay que dedicar al control de la cartera?

Hola... hoy me hago otras de esas preguntas que nunca viene mal tener en mente. La respuesta, ya os adelanto, que no puede ser única. Cada persona es un mundo y necesita emplear tiempos diferentes para conseguir un mismo logro, además, según el espacio temporal en el que nos encontremos será necesario más o menos tiempo. Como  ahora son las Olimpiadas, utilizo un símil deportivo: Con entrenamiento se puede recorrer 15 km en una hora,... sin embargo, alguien que nunca ha corrido puede que tarde 2 horas , o 3 o puede que no llegue nunca a su destino.

Pues con el control de la cartera pasa algo parecido. En la medida que tenemos más conocimientos, tenemos que dedicar menos tiempo al control de la cartera.

Si bien admito que para algunos (entre los que me incluyo), esto puede verse también como una afición y en tal caso, el tiempo se dispara, ya que cuando alguien hace algo con lo que disfruta, el tiempo vuela. Lo malo, como suele ser habitual está en los extremos... si de afición pasa a obsesión... ya se convierte en un tema preocupante.

Una cartera de dividendo, esto es una cartera basada en empresas de la que pretendemos en algún momento poder vivir del dividendo debe ser diversificada, de calidad, esto es, con dividendo sostenible y/o con potencial de crecimiento.

El principal mecanismo de seguridad que tenemos para defendernos de nuestros errores al seleccionar compañías, o de las políticas cambiantes de los consejos de administración de las compañías es la diversificación. Esto cobra mayor importancia cuanto más avanzado estamos en el camino hacia nuestra independencia financiera, puesto que el impacto de tener que cambiar nuestra cartera se va incrementando a lo largo del tiempo ya que nuestra cartera teóricamente debe engordar con el tiempo.

El impacto de la reciente decisión de Telefónica de suprimir el dividendo no lo veríamos igual si tenemos 30 años con 1.000 acciones en cartera que si tuviéramos 60 años y 50.000 acciones en cartera. Pero si las 1.000 acciones nos supusieran el 10% del recorte de los ingresos vía dividendo y las 50.000 acciones también supusiese el mismo recorte de los ingresos por dividendo, aunque el palo en bruto fuera mayor, en porcentaje tendríamos el mismo impacto a los 30 que a los 60 años. No estoy seguro si me explico del todo... pero la idea es intentar minimizar el impacto de las incidencias que se produzcan a lo largo de nuestra vida (porque sin duda se producirán) y así tener la confianza necesaria para ser financieramente libre.

Esto se consigue básicamente, con un adecuado control de cartera, que incluye:

- la búsqueda de acciones de calidad,

- el seguimiento de las compras realizadas y

- con una correcta diversificación de riesgos.

Cuando hablábamos del número de valores que yo consideraba adecuado para una cartera de dividendo, recibí un par de correos en los que se me indicaba que hablaba de demasiados valores... y que gestionar una cartera de 25 a 30 valores sería muy complicado.  Es una preocupación bastante razonable... si bien, yo considero que el peso de los pros  de la diversificación es bastante superior a los contras.

Dependiendo del conocimiento que se tenga de una acción, su análisis puede hacerse desde en 5 hasta en 20 horas. Sí, es mucha variabilidad de tiempo, pero no es lo mismo analizar una empresa que ha habéis estudiado antes y que conocéis bien que una empresa que estudiáis por primera vez. Además, la información disponible no es igual en todos lados (esto es algo que no comprendo, tendría que estar normalizado los registros y comunicaciones de resultados en la CNMV para que fueran interpretables por todos y no que cada auditora tiene su propio formato y te cambian las cosas de sitio...  y si hablamos de parámetros... los principales los ponen todos... pero siempre es muy "entretenido" buscarlos por los informes, con la consecuente pérdida de tiempo que esto supone.

Sin embargo, la ventaja fundamental de la inversión por dividendo está en elegir compañías con un perfil relativamente estable, con negocios consolidados o en consolidación y que por lo tanto no van a variar sobremanera de un momento para otro. Esto implica que una vez familiarizado con una compañía se reduce notablemente el seguimiento y el análisis necesarios de las mismas.

De una forma óptima, un análisis de una compañía tendría que decirnos lo que nos vemos a encontrar en ella dentro de 20 o 30 años. Sin embargo, yo no aspiro a tanto,... me conformo que prever su evolución más cercana,... no más de 5 años. Todo lo demás, son especulaciones en la mayoría de las empresas... si bien, con que el análisis de una compañía sea capaz de perdurar con validez razonable más de un año ya me parece algo muy bueno, porque me permite no tener que realizar deun seguimiento exhaustivo sobre la posición de dicha acción.

Queda claro que tenemos que estar al tanto de las noticias e informaciones referentes a las compañías que forman nuestra cartera, si bien, una vez que entra una posición en la misma nuestro objetivo es que perdure por muchísimo tiempo, tanto como sea posible y para esto no es necesario un seguimiento diario, ni muchísimo menos.

No pueden decir lo mismo los analistas técnicos de corto ni medio plazo,... quizás están algo más relajados los analistas técnicos que van a largo plazo, aunque todos los que conozco realizan revisiones de cartera (completamente) de forma semanal. Aunque el análisis técnico tiene una ventaja muy importante, la información necesaria para analizar una acción des el punto de vista técnico está toda contenida en una pantalla y de un golpe de vista.

Es frecuente, además que en la medida que se invierte, nos decantemos consciente o inconscientemente por ciertos grupos de acciones en los que nos hagamos más o menos unos especialistas. Y si a esto sumamos que el tiempo en analizar una compañía ya analizada siempre será mucho menor que la primera vez, podemos concluir que tendremos más tiempo para investigar el resto de valores, fuera de cartera, para ver qué valores son dignos de entrar en ella.

Esto me recuerda algo importante, tan importante es vigilar los valores de la cartera como estudiar nuevas oportunidades de valores para entrar en ellos. No hay que olvidar que nuestro objetivo es vivir del dividendo y para ello no podemos despreciar el potencial de crecimiento de compañías que quizás hoy no sean estrellas, pero que en el futuro pueden serlo.

Una cartera de 25, 30 acciones no se debe crear en un día, ni en un mes, ni en un año. Debe ser algo gradual y lo más lógico es que sea en un periodo mínimo de de 3 a 5 años, tiempo durante el cual debemos in madurando y mejorando nuestro sistema de selección, seguimiento y diversificación.

En la medida que ganemos experiencia en nuestros análisis conseguiremos más rapidez en los mismos y podremos utilizar más tiempos para otras cosas (salvo que os guste esto como una afición)... así que considerar el aprendizaje como una inversión, una inversión de la que obtendréis el dividendo del tiempo.

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