El precio de tus gastos: La regla del 400

La mayoría de las personas no saben el impacto que tiene la inflación en sus vidas, ya sabéis que yo lo considero el enemigo, la inflación, el enemigo a batir, pero este no es el único de los problemas que nos encontramos con el avance del tiempo.

Si no queremos descapitalizar nuestra cartera o nuestro ahorro cuando nos retiremos, tendremos que conseguir una rentabilidad de la misma que nos consiga el auto-mantenimiento del patrimonio acumulado, por lo que para ayudar a preservarlo hoy hablaremos de la Regla del 400. 

Confieso que también hay una regla del 300. Pero  entre una y otra está la verdad. Os la explico:

Día a día  realizamos compras, algunas son meditadas y otras son automáticas, por ejemplo, la electricidad (40 Euros/mes), el agua (25 €/mes), Internet+teléfono (40 Euros/mes)... ¿verdad?.

Pues la regla del 400 nos dice el dinero que necesitamos tener ahorrado para poder pagar durante un año un determinado gasto mensual supuesto que consigo obtener de este dinero una rentabilidad del 3%.

Si en lugar de 400 uso el 300, significa que estoy considerando que voy a conseguir obtener del ahorro un 4% anual en lugar del 3% que antes os comentaba.

Esta simple regla da mucho que pensar, ¿sí o no?... veamos:

¿cuánto dinero necesito ahorrar para pagar la factura mensual de internet?, pues si ahora cuesta 40 Euros al mes, supuesto una rentabilidad de mi capital del 4%, aplicando la regla del 300 necesito tener ahorrado un total de 12.000 Euros, pero si mi rentabilidad media fuera del 3% (regla del 400) necesitaría tener ahorrado 16.000 Euros.

Si tenemos unos gastos mensuales medios de 800 Euros, con la regla del 400 sabemos que necesitamos un patrimonio del 320.000 Euros. ¡Es para pensárselo!... esto da pié a una próxima entrada dedicada a una tendencia que se está dando cada vez más, la vida frugal.

Ejemplos de este tipo se pueden poner muchos... no voy a extenderme, pero la regla no es más que  un simple cálculo que en función de nuestras inversiones nos dice lo que debemos tener ahorrado para cubrir un gasto mensual.

Si además, introducimos en este cálculo la inflación de los productos o servicios y los impuestos durante un número determinado de años la cosa es para asustarse... mejor no lo incluyo para no desmoralizar a nadie, pero sirva esta entrada para poner un punto de atención en aquellos gastos (más o menos automáticos) en lo que caemos hoy y que en un futuro seguramente queramos seguir teniendo y que nos costarán un "dineral" de ahorro.

Ya sabéis que en mi modesta opinión, la inversión en empresas que reparten dividendo y que además tienen una política de cuidado del accionista mediante un aumento de la retribución anual es la opción que he elegido para protegerme de estas circunstancias. Cada uno es responsable de sus decisiones financieras, así que ¡tened cuidado con vuestras decisiones!.

Espero que os pareciera interesante la entrada y recordad suscribiros al blog si os gusta.

Saludos

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